El aniversario 167 del Ministerio de Relaciones Exteriores se conmemora este día, ocasión en la que se reitera su misión de posicionar al país ante el mundo; especialmente hoy que nuestra nación presenta transformaciones en materia de seguridad, cambios sociales y desarrollo económico.
Esta nueva imagen de nación ya goza de reconocimiento mundial, al punto de ser considerada como modelo, dado a dichos avances con resultados palpables entre la población salvadoreña.
Bajo esta perspectiva y para conmemorar este legado institucional e histórico, se muestra el documento de creación de la Cancillería, suceso consignado en el Decreto Legislativo del 27 de febrero de 1858, publicado en la “Gaceta del Salvador”, emitido en Cojutepeque, Cuscatlán.
En esa época fungía como presidente de la República, Miguel Santín y como ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Gómez.
Este decreto, que está resguardado en el Departamento del Archivo Histórico Diplomático de esta cartera de Estado, corresponde a una reimpresión realizada el 21 de marzo de 1908, debido al incendio del primer edificio del Palacio Nacional, ocurrido en noviembre de 1889, que destruyó los documentos originales del naciente Estado salvadoreño.
Respecto a la importancia del acervo documental que relata el origen de la Cancillería, el historiador e investigador del Instituto Diplomático “Dr. José Gustavo Guerrero”, Alexis Mejía, resaltó que su contenido es una evidencia de la trayectoria institucional y el fortalecimiento de esta en la actualidad.
“Desde que el país es independiente, la función de las relaciones exteriores le es inherente, y constituye uno de los grandes legados de la Cancillería. La función de la acción exterior es precisamente esa: consolidar a El Salvador como una nación libre, soberana e independiente y darle, precisamente, todas esas características con las cuales se conoce ahora, y que actualmente se continúan fortaleciendo como tal”, destacó el especialista.
Además, contar con estos documentos evidencia el trabajo realizado a través de la historia. “Los documentos determinan la vida de las instituciones, tal como una partida de nacimiento evidencia nuestra existencia como personas. Es necesario documentar estos cambios; es por ello que las instituciones necesitan ir produciendo documentos para evidenciar el trabajo realizado y ahí radica la importancia de conservarlos”, afirmó.
De igual manera, resaltó el rol significativo de país a escala multilateral y su incidencia a través de los aportes de personajes como el coronel José Arturo Castellanos, militar y diplomático salvadoreño, quien, en su calidad de Cónsul General, durante la Segunda Guerra Mundial se destacó por su labor humanitaria al salvar a cientos judíos del régimen nazi.
Además, destaca el valioso aporte del doctor José Gustavo Guerrero, quien fue canciller de la República y el primer presidente de la Corte Internacional de Justicia entre 1946 a 1949.
“Sus aportes son significativos y, por lo tanto, sus nombres figuran en la historia de la diplomacia salvadoreña. El doctor Alfredo Martínez Moreno, por ejemplo, tuvo un impacto significativo en Derecho del mar”, resaltó el historiador del IDG.
En el paso del tiempo, también se evidencia temas como el posicionamiento del café a escala internacional. “Desde finales del siglo XIX, se empezaron a generar oficinas salvadoreñas para promocionar el café a nivel internacional. Además, el país se ido posicionando y ha incidido como parte de esta dinámica global. Entonces, tenemos esos rasgos del pasado que ayudan a potenciar, aún más, lo que actualmente se está realizando”, añadió.
En resumen, este decreto de constitución, así como los documentos históricos resguardados en el Archivo Histórico Diplomático, son parte de ese legado, que muestra la participación de El Salvador en el escenario internacional. Es un legado que continúa ahora, y continuará incidiendo en el posicionamiento de El Salvador en el mundo, a través de sus transformaciones.
Etiquetas: Diplomacia pública