Tanto el uniforme blanco como los toques del florete que porta el esgrimista, Hunter Doradea, contarán a favor de El Salvador, pues a partir de unas semanas, este joven, de 25 años, ya es un ciudadano salvadoreño tras haber solicitado su nacionalización en nuestro Consulado General en Los Ángeles, California.
Con este proceso, Hunter será parte de la Selección Nacional de Esgrima, un deporte federado y con una dinámica agenda deportiva a escala internacional.
“El año pasado inicié en la esgrima y una de mis metas es llegar a las Olimpiadas y poder ganar una medalla para El Salvador, esa es mi motivación”, menciona el joven que, con orgullo, habla de su madre que es originaria de Chalatenango. “La razón de haber optado la nacionalidad salvadoreña es por ella, por mi madre”, enfatiza.
Asimismo, el esgrimista ansía representar al país para destacar el talento deportivo nacional. Actualmente, Hunter entrena en un club deportivo en Los Ángeles en donde se especializa en el “arte de tocar sin ser tocado”. “Ha sido una experiencia excelente entrenar con buenísimos profesores y el año pasado fui a El Salvador y competí a nivel nacional y obtuve el segundo lugar, medalla de plata”, comenta.
De igual manera, afirma que su incursión en este deporte ha sido bien recibida a nivel nacional, incluso ya recibió la camiseta oficial que lo acredita como miembro del equipo salvadoreño.
Sobre su encuentro con El Salvador, afirma que fue muy gratificante conocer más sobre la cultura, las tradiciones y el arte culinario.
Al respecto, su madre, Morena Doradea, demostró el orgullo por su vástago, especialmente, ahora que ya se nacionalizó y está decidido a competir bajo la bandera azul y blanco. “Estoy muy orgullosa de él. Desde pequeño le inculqué la cultura salvadoreña, las comidas; aunque mis padres eran de Rumania, pero mis tías salvadoreñas y todo se lo inculqué a él”, relató.
Además de incursionar en el deporte blanco, Hunter es un modelo profesional, ámbito en el que también ha representado a nuestro país en pasarelas internacionales. A nivel académico, Hunter se ha inclinado por la tecnología. “Es un muchacho muy ocupado en ciencias y tecnología. Espera representar a El Salvador en China en esta área”, afirmó su madre.
“Me siento tan emocionada de que lleva las dos culturas: la estadounidense y la salvadoreña. Aunque su padre es de Estados Unidos, él está muy contento de que también sea salvadoreño”, agregó.
Aunado a su vida deportiva y académica, ha mostrado su compromiso social con los niños del Hogar Padre Vito Guarato, lugar que visitó y ayudó cuando vino al país.
Para el próximo año, Hunter tiene planeado regresar al país para competir en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, competencia a desarrollarse entre junio y julio.
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