Como parte de los esfuerzos para promover la identidad salvadoreña y fortalecer los lazos con la sociedad neerlandesa, la Embajada de El Salvador en los Países Bajos, en coordinación con la Asociación Hispánica de La Haya (ASOHA), realizó recientemente la proyección de la miniserie “Las Pupusas”.
Al evento asistieron ciudadanos neerlandeses, miembros de la ASOHA, representantes del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC) y entusiastas de la cultura hispánica, quienes compartieron una velada de cine, cultura y reflexión.
La miniserie “Las Pupusas” narra a través de tres capítulos, la historia y trascendencia de este platillo salvadoreño como símbolo de la identidad nacional. Específicamente en esta actividad realizada en la ciudad de Voorburg, se proyectaron los primeros dos capítulos de esta serie: “Las Pupusas: Una Historia de Amor” y “Las Pupusas: 360”.
Ambos capítulos facilitaron a los participantes una mirada detallada sobre la pupusa como símbolo de la identidad salvadoreña, explorando sus orígenes vinculados con la herencia mesoamericana, su relación con el maíz, sus variantes dentro del territorio salvadoreño y su papel como lazo cultural entre El Salvador y su diáspora, por medio de testimonios y relatos que dejaron patente el valor histórico, gastronómico y sentimental de las pupusas.
El embajador Agustín Vásquez Gómez inauguró la proyección compartiendo la visión integral del modelo de transformación impulsado por el Gobierno de El Salvador, resaltando avances en materia de seguridad y desarrollo, al tiempo que contextualizó la eterna relación de la identidad salvadoreña con la cultura del maíz como símbolo cultural de nuestros pueblos.
Subrayó que las actividades como esta proyección reafirman el lazo indestructible entre El Salvador y su diáspora, y permiten mostrar al mundo el potencial de nuestro país, que goza hoy día de una paz inédita, la cual es puesta al servicio de la prosperidad y el bienestar de su gente.
La actividad visibilizó la intrínseca relación entre gastronomía, historia y cultura, resaltando el valor de las pupusas como vehículo narrativo para explorar la identidad del salvadoreño. Las imágenes y relatos de la serie permitieron a los asistentes descubrir cómo cada pupusa lleva consigo una historia, un territorio y una memoria compartida.
Al finalizar, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar pupusas de primera mano, acompañadas de curtido y salsa, completando así la experiencia anecdótica iniciada en la proyección de la miniserie.
Para muchos de los invitados este fue su primer acercamiento, no solo con las pupusas, sino también a la historia, imágenes y cultura de El Salvador. La actividad motivó a los asistentes a convertirse en promotores intencionales de la riqueza cultural e histórica de nuestro país, fortaleciendo la imagen positiva y de El Salvador en los Países Bajos.
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