$129.2 millones de dólares para iniciativas de seguridad alimentaria es el monto destinado para El Salvador por el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés).
En su misión de trabajo por Europa y en representación del Gobierno de El Salvador, la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, se reunió en Roma, Italia, con el Director Ejecutivo, David Beasley, quien formalizó esta cooperación.
Esta colaboración está enmarcada en el Plan Estratégico 2022-2027, instrumento de trabajo entre el Gobierno del Presidente Bukele y el WFP, el cual está orientado a impulsar más iniciativas en cuatro áreas: atención a mujeres, jóvenes, personas retornadas y a la generación de capacidades resilientes e inclusivas para la producción y el trabajo decente.
Este plan incluye además el compromiso de garantizar a las instituciones nacionales el acceso a procesos de desarrollo de capacidades y otras herramientas para el abordaje de las causas del hambre, a través de un sistema de protección social, integrado e inclusivo.
Durante el encuentro, ambos diplomáticos resaltaron que esta cooperación abonará a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible número 1 y 2, que tienen como lema: “Fin a la pobreza” y “Hambre cero”, propósitos que cobran realce en el contexto de la pandemia por COVID-19.
Respecto a esta cooperación por parte del WFP, la ministra Hill agradeció al director Beasley por este gesto que representa la confianza y el respaldo a los programas sociales que impulsa el Gobierno del Presidente Bukele a la población migrante retornada.
“Es un orgullo comunicar la aprobación de este programa por 129.2 millones de dólares, un plan muy relevante para el país, pues garantiza acceso a recursos financieros que se orientarán para la ejecución de acciones de alto impacto, en materia de seguridad alimentaria y reducción de desigualdades”, indicó la canciller Hill.
De igual manera, señaló que este apoyo va en concordancia con las prioridades y políticas nacionales, tales como Plan Maestro de Rescate Agropecuario, Plan de Despegue Económico, Política Nacional de Apoyo al Desarrollo Infantil Temprano Crecer Juntos, Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y Plan de Desarrollo Social, las cuales se verán fortalecidas con estos fondos.
“Nuestro gobierno está altamente agradecido con el Programa Mundial de Alimentos, un socio importante que trabaja de la mano con nosotros. Dichos fondos serán destinados para fortalecer a mujeres, niños, personas migrantes, entre otros sectores que necesitan de todo nuestro apoyo”, añadió la ministra Hill.
Asimismo se refirió al Plan Estratégico, una herramienta que fue construida por más de 15 instituciones nacionales. “Dicho plan fue aprobado el 23 de junio por el Consejo Directivo del Programa Mundial de Alimentos y ahora nos lo oficializan acá, en Roma”, dijo la ministra Hill.
Además, la jefa de la diplomacia salvadoreña resaltó la labor del Programa Mundial de Alimentos, organismo que fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en el año 2020.
Por su parte, el director del WFP, David Beasley, destacó el compromiso del Gobierno del Presidente Bukele y su gabinete con el desarrollo de la población salvadoreña. “El liderazgo de El Salvador está comprometido a mejorar la vida de los niños, particularmente con el impacto del COVID y los problemas climáticos. Tenemos que hacer lo que podamos para ayudar a la mayor cantidad de gente”, resaltó el alto funcionario del organismo.
Anterior a este Plan Estratégico, el WFP ha colaborado con el país a través del Convenio de Cooperación Técnica para fortalecer las capacidades de la población que vive en la zona de Surf City y en otras partes de San Salvador. Gracias a esta alianza, jóvenes y mujeres retornadas han sido capacitados y certificados en gastronomía.
El WFP también ha apoyado en tema de reducción de riesgos por medio de un Sistema de Alerta Temprana en el Área Metropolitana de San Salvador que funciona por medio de la instalación de cámaras que monitorean el crecimiento de los caudales de los ríos.
Igualmente, el PMA ha contribuido en situaciones de emergencia por desastres naturales y el cambio climático, la reducción de riesgo, así como la implementación de proyectos seguridad alimentaria y nutricional en diferentes partes de El Salvador.
