En representación de El Salvador, la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, expuso ante la IX Cumbre de Las Américas “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, encuentro que congrega a los líderes y titulares de alto nivel del continente y que se desarrolla desde el pasado 8 de junio en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos.
La edición de esta cumbre está centrada en temas y retos en salud y resiliencia del continente, medio ambiente, transformación digital, gobernabilidad democrática y energía.
En su intervención, la ministra Hill hizo referencia al propósito que reviste dicho encuentro, concebido “como un espacio para lograr consensos, crear sinergias y tomar decisiones estratégicas que contribuyan a que nuestro hemisferio avance hacia el desarrollo y bienestar de nuestra gente”.
No obstante, la canciller remarcó las necesidades que la población del continente aún exige. “Luego de 28 años de Cumbres, nuestros pueblos aún esperan soluciones reales a desafíos transnacionales que afectan su vida cotidiana”, indicó. Por ello, instó a las naciones participantes a “construir una verdadera solidaridad”.
Al mismo tiempo, señaló la necesidad de transformación entre los organismos multilaterales del hemisferio, pues en este contexto, “deben refundarse o estarán condenados a desaparecer, por completo”, señaló.
En su alocución, la ministra Hill destacó los avances de nación durante los tres años de mandato del Presidente Nayib Bukele. “Somos un país que pone por delante su soberanía, la libertad y la dignidad de su pueblo. El 1 de junio pasado, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele cumplió tres años de gestión, a través de la cual hemos combatido de manera frontal las viejas prácticas de los poderes fácticos que por décadas acumularon riqueza y poder para pocos, manteniendo a toda una población anclada en ciclos de violencia, pobreza, exclusión e inequidad”, aseveró la diplomática.
En ese sentido, manifestó que todos los esfuerzos e iniciativas están orientados a dar respuesta a las demandas de la población en materia política, social, económica y cultural. “La deuda histórica del Estado se está saldando. Aún no estamos donde queremos, pero en tres años hemos avanzado más que en las tres décadas anteriores”, dijo.
“Nuestra prioridad ha sido, es y será siempre solventar las necesidades de nuestra gente, de todos los salvadoreños. Estamos impulsando un proceso de transformación en cuanto al enfoque de gobernanza, a partir de un Estado de bienestar, que privilegia la persona humana y el bien común”, añadió.
De igual manera, se refirió a los diversos desafíos heredados que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele actualmente enfrenta. “En mi país, heredamos desafíos centenarios: una democracia que en realidad no era democracia, y que fue responsable de tantas y tantas generaciones perdidas. Por ello, nuestro gobierno impulsa una democracia efectiva, en la que todo el quehacer del Estado está en función de las mayorías, a fin de generar oportunidades, prosperidad y desarrollo”, afirmó.
Sobre este aspecto, la ministra sostuvo que muchos sectores, nacionales e internacionales, incluso a nivel de Gobiernos, han cuestionado la democracia salvadoreña, sin reconocer el contexto ni entender la realidad de nuestro país. “Estos señalamientos han sido sin rigor histórico, ni académico. Pero han guardado silencio ante atrocidades en otras partes del mundo. Ese patrón de comportamiento no contribuye a que la relación entre Estados y de Estados con instituciones sea constructiva”, enfatizó.
Entre los desafíos más recientes, destacó el manejo eficiente de la pandemia por COVID-19, que nos llevó a crear un sistema modelo de vacunación ordenada y con alcance a la población, garantizando seguridad y bienestar para la población. Estos elementos han sido reconocidos a escala internacional y han sido replicados en otros países, mencionó la diplomática.
“El Salvador ha emprendido un camino sin retorno. No descansaremos hasta lograr la transformación política, económica y social que permita la construcción de una sociedad justa, democrática y próspera para todos los salvadoreños. No daremos marcha atrás, a pesar de que ello suponga vencer retos monumentales y recibir señalamientos tendenciosos y sesgados”, aseguró.
Más allá de esas objeciones, la ministra Hill resaltó la alta aprobación y apoyo popular, los mejores indicadores de la historia de nuestro país, mencionó.
Además de los avances en materia política y democrática, la jefa de la diplomacia salvadoreña expuso los avances en material digital, de manera especial, señaló la entrega de computadoras y tabletas digitales a la población estudiantil.
En el área social, destacó la Ley Nacer con Cariño, la cual aboga por un parto respetado y un cuidado cariñoso al recién nacido.
Entre otro tema, la ministra señaló los efectos del cambio climático, fenómeno que nos debe comprometer de “manera como región es vital para la existencia de la humanidad. No obstante, esos compromisos serán letra muerta si no se dispone de las voluntades y los recursos que permitan enfrentar de manera realista esa grave amenaza”.
Aunado a estos desafíos, la ministra Hill señaló el tema migratorio al que El Salvador le ha apostado de manera integral, por ello, uno de los efectos es que nuestro país sea el que menos llegadas a la frontera sur registra actualmente. “Nuestro fin último es que la migración se considere como una opción y no como la única alternativa para resolver las carencias de desarrollo y seguridad de la población”.
Para concluir, la ministra Hill reiteró la voluntad de El Salvador de trabajar de manera conjunta en todos los desafíos de la región expuestos en el marco de la IX Cumbre de Las Américas. “Transformar un país que fue recibido en deplorable decadencia política, económica y social ha requerido liderazgo, tenacidad y medidas drásticas. Ese es el modelo de éxito que define al Presidente Nayib Bukele”, señaló.
Este momento de la IX Cumbre de Las Américas fue presidido por las autoridades del cónclave, presidentes y titulares de alto nivel de los países participantes.
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