El Salvador es reconocido a nivel global por la alta calidad de los cafés que se producen en sus cordilleras.
De las variedades que se cultivan en nuestro suelo existe una que posee un sello particular que la vuelve singular. Se trata del café Pacamara, una especialidad desarrollada en territorio salvadoreño, la cual se ha posicionado entre las mejores del mundo, desde su lanzamiento exitoso al mercado, en 1992.
El sabor único y la fragancia exótica que emana de cada grano de dicha variante son grandemente apreciados por los amantes de este fruto, aquellos para quienes el aromático es mucho más que una bebida, más bien, una parte esencial de la vida.
De cuerpo pronunciado y con carácter cremoso, el Pacamara también es muy valorado por catadores y calificadores locales e internacionales, quienes destacan sus propiedades y las sensaciones que despierta en el olfato, con sus notas florales. Mientras que sus atributos de sabor ofrecen un gusto a chocolate, clavo, canela, vainilla y bayas; con un resabio dulce, prolongado y agradable, de una acidez crujiente, jugosa y brillante.
Por ello, no es de extrañar que esta especialidad ocupe con frecuencia los primeros lugares del certamen Taza de la Excelencia, que organiza anualmente el Instituto Salvadoreño del Café (ISC), un evento enfocado en evaluar la calidad de este producto, el cual contribuye a la proyección y posicionamiento de nuestro grano en el exterior y, por supuesto, a impulsar las ventas de café a los mejores precios.
De acuerdo con dicha entidad, el Pacamara ha alcanzado hasta 93.52 puntos en este certamen, logrando precios de hasta US$95.7 por libra. Entre los principales destinos a los que se embarca se tienen Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Alemania, Reino Unido y Australia.
Su calidad de clase mundial le ha valido, además, para recibir el título de “Café Presidencial” en varias ocasiones, así como para formar parte de la selección especial de café con motivo del Bicentenario de la Independencia de El Salvador, en el 2021.
De igual forma, su aceptación y popularidad han llevado a que el cultivo de esta variedad se extienda a otros países de Centroamérica, México y Perú. Mientras que, en nuestro país, se produce en todas las regiones cafetaleras.
Por todo lo mencionado, a inicios del 2024, la Asamblea Legislativa decretó la celebración del Día del Café Pacamara, cada 23 de marzo, como una manera de honrar a quienes se dedican a la caficultura nacional y de promover esta industria histórica, de gran impacto económico, cultural y social; con énfasis y en distinción a este fruto originario de nuestro país.
En este marco, y por segundo año consecutivo, las Embajadas y Consulados salvadoreños también nos sumamos a esta conmemoración; por medio de distintos eventos de promoción comercial y cultural, en los que, más allá de concretar nuevas oportunidades de negocios, buscamos acercarnos y estrechar aún más nuestros lazos de amistad con otros pueblos, justo con una buena taza de café de El Salvador.
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